La multinacional Kimberly-Clark cerró su planta en el Parque Industrial y decidió pasar todas sus operaciones a San Luis donde invertirá u$s 15 millones. Según fuentes cercanas a la empresa, el cierre intespectivo de la planta tuvo que ver, entre otros temas, con la alta presión tributaria que realizaba el Municipio del Pilar y la provincia de Buenos Aires, cosa que no tendrían en San Luis, ya que el gobernador Claudio Poggi impulsó beneficios fiscales extra para que se radican en el distrito.

En el Parque Industrial de Pilar, fabricaba principalmente las toallitas de protección femenina Plenitud y Kotex, mientras que en San Luis se encarga de la producción de los pañales Huggies, papel higiénico, pañuelos Scott, toallitas húmedas Kleenex, paños de limpieza WypAll y ropa de protección KleenGuard.

La compañía ha comunicado que “se centralizará la producción y se trasladarán los activos de Pilar a San Luis”, la única que conservará en Argentina y que emplea a 400 personas. Sin embargo, Kimberly-Clark conservará el centro de distribución Bagual en Pilar, que se consolida como un pilar clave de logística en Argentina y uno de los mejores en la industria. La compañía destaca que este centro seguirá operando como hasta ahora, manteniendo su rol estratégico en el país.

Kimberly-Clark ha afirmado que esta reestructuración responde a una estrategia de optimización y crecimiento sostenible, con el objetivo de fortalecer su capacidad de respuesta en un mercado en constante evolución. La empresa mantiene su compromiso de ofrecer productos de calidad a los consumidores y destaca que esta planta en San Luis se convertirá en la segunda más grande de América Latina, en línea con la estrategia global de la compañía.