Desde hace más de 30 años, dentro de la División Protección Radiológica del Centro Atómico Bariloche (CAB) de la Comisión Nacional de Energía Atómica, funciona un laboratorio de dosimetría y calibraciones que brinda servicios de protección radiológica, dosimetría personal y calibración de detectores portátiles (de contaminación superficial, detectores gamma y detectores de neutrones).

El del CAB es uno de los pocos laboratorios que ofrecen este tipo de servicios en la Patagonia, tanto para clientes internos de la CNEA como para centros de salud e industrias del sector privado que trabajan con radiación. Depende de la Gerencia Ingeniería Nuclear que, a su vez, se encuentra bajo la órbita de la Gerencia de Área Energía Nuclear.

Por un lado, este laboratorio se dedica a la dosimetría personal, es decir a la determinación de la cantidad de radiación ionizante absorbida por los trabajadores que realizan tareas que los puedan exponer a radiaciones como rayos X, rayos gamma o neutrones.

La técnica utilizada para la dosimetría es la termoluminiscencia. Se basa en que algunos materiales son termoluminiscentes, emiten luz al ser sometidos al calor y esa respuesta depende de la dosis de radiación a la que fueron expuestos. Con este sistema, el laboratorio de Bariloche puede estimar dosis equivalentes personales de Hp (10), Hp (0,07) y Hp (3). Estas medidas indican el equivalente de dosis en el tejido blando de una persona.

“Cada dos años, participamos en los ejercicios de intercomparación de dosimetría personal que organiza la Autoridad Regulatoria Nuclear. Son evaluaciones obligatorias para todos los servicios de dosimetría del país y determinan si los laboratorios están estimando las dosis en forma precisa. En 2020, también participamos en la evaluación internacional que realizó Eurados (European Radiation Dosimetry Group)”, explica Pablo Andrés, jefe de la División Protección Radiológica y responsable del Laboratorio de Dosimetría y Calibraciones del CAB.

Los clientes del servicio de dosimetría personal son las instalaciones del Centro Atómico Bariloche que trabajan con radiación, fundamentalmente el reactor nuclear de experimentación RA-6 y la Fundación Intecnus, un hospital especializado en oncología que tiene a la CNEA como socia fundadora.

Además, el servicio es ofrecido a clientes externos, como el Hospital Privado Regional Bariloche, distintos consultorios privados, el Hospital Escuela de Medicina Veterinaria de Choele Choel y el Hospital Escuela de Odontología de Allen, Río Negro, ambos dependientes de la Universidad Nacional de Río Negro. En virtud de un convenio, al Hospital Zonal Bariloche el servicio se le presta en forma gratuita.

Por otro lado, el laboratorio ofrece el servicio de calibración para radiación gamma y neutrones. Calibra detectores de radiación portátiles para distintas dependencias del CAB y del Complejo Tecnológico Pilcaniyeu y para el Proyecto de Restitución Ambiental de la Minería del Uranio (PRAMU).

Dentro del sector privado, sus principales clientes son las empresas petroleras que operan en la Patagonia. “Estas empresas, la mayoría con base en Neuquén o Comodoro Rivadavia, trabajan con fuentes gamma o de neutrones para hacer el perfilaje de los pozos”, detalla Andrés, en referencia a los análisis que se realizan con técnicas nucleares para conocer las formaciones geológicas atravesadas en la perforación.

El laboratorio de dosimetría y calibraciones del CAB cuenta con una licencia de operación de la ARN y, junto con la Sección Calidad y Secretaría Técnica de la Gerencia Ingeniería Nuclear, está trabajando para lograr la completa implementación de la norma AR 10.6.1, que califica el sistema de gestión. Además, con apoyo del proyecto ARG9019 del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) para la adquisición de un instrumento de referencia, se encuentra trabajando para convertirse en laboratorio terciario del Centro Regional de Referencia con Patrones Secundarios para Dosimetría (CRRD) del Centro Atómico Ezeiza (CAE). Este último es el encargado de custodiar y operar los patrones nacionales para dosimetría para garantizar que los resultados de las mediciones sean compatibles con el Sistema Internacional de Unidades (SI).